La Vagancia
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Biografia grupo la Vangancia

La Vagancia

Ritmo urbano que contagia

Un ritmo que contagia e invita a bailar, letras que desde el corazón popular aluden a la cotidianidad, y una entrega que hace que cada concierto sea una experiencia compartida con el público. Todo esto sitúa a La Vagancia como el grupo de cumbia de barrio más popular del Ecuador.

 

Era 2007, cuando la pasión de muchachos de barrio por la música, los llevó a agruparse, pero recién en 2010 lo hicieron de forma profesional, con el productor Fabricio Fernández a la cabeza. Hoy La Vagancia es dueña de ritmos pegajosos, que ironizan, que aluden al lenguaje popular y al sentimiento, con temas inéditos.

Este grupo de chicos quiso desde un principio romper los prejuicios, y revertir los conceptos prestablecidos. Por eso el nombre La Vagancia. “Muchas veces se manejan prejuicios en la sociedad, por la manera de vestirse distinto, de caminar distinto, de tener una cabellera distinta al resto, muchas veces te estigmatizan y te dicen ‘este vago no hacen nada’ y nosotros usamos el nombre como una contra respuesta a esos prejuicios y estigmas”, afirma el vocalista David Hinojosa.

Su propuesta de música libre, alegre, divertida y diferente se está posicionando con fuerza en todo el país. En estos días de euforia mundialista su tema sobre Ecuador en el mundial ha sido objeto de bailes y encuentros festivos.

Con un ritmo muy particular, que se inscribe como cumbia de barrio, La Vagancia echa mano a la jerga urbana, sin sutilezas y, curiosamente, es lo que dio lugar a tanta aceptación. “Quizás nosotros soñábamos despiertos, porque todos tenemos el sueño de llegar lejos, pero no pensábamos que iba a pegar así, y muchas veces hasta discrepaba con nuestro productor –él es argentino- porque nosotros le hablábamos de la realidad de Ecuador y decíamos que la gente aca es muy corta venas, le gusta sufrir, le gusta llorar; y Fabricio me decía ‘no, mejor juguemos con el doble sentido y lo alegre’”.

David afirma que muchas veces la gente quiere expresar cosas y no las dice o no las hace, entonces la música sirve para canalizar las energías y desahogarse.

Terminando su segundo disco, los chicos de La Vagancia están contentos con los logros alcanzados. Siendo una agrupación quiteña, las oportunidades se fueron dando una a una, y han recibido la apertura del público de todo el Ecuador.

Algo que hace la diferencia es probablemente la conexión que la banda llega a establecer con su público cada vez que canta en vivo. La adrenalina se contagia a mil cuando el grupo sube a un escenario, “en ese momento, la gente se identifica con lo que hacemos, con lo que decimos, y nosotros disfrutamos y amamos lo que hacemos, esa energía es clave para contagiar al público y viceversa”, dice David.

Músicos a tiempo completo, la banda responde a una estricta rutina de disciplina y ensayos. Saben que en Ecuador no es fácil vivir de la música, pero apuestan a ello. “Somos positivos, siempre valoramos lo bueno, hemos tenido traspiés porque es más complicado cuando uno se aventura con temas inéditos”, afirman.

Y precisamente con su tema mundialista, La Vagancia estuvo presente en todas partes. “No sé que pasó pero parece que todo el mundo se puso de acuerdo, un montón de artistas hicieron canciones para la Selección, como nunca, y para nosotros fue chévere saber que el público y las estaciones eligieron nuestro tema para cortina, para los programas televisivos también, eso nos llenó de mucha alegría”, comenta el vocalista, “se trata de un género un poco más acelerado, más movido, más divertido y apasionado y tuvo una aceptación súper buena a pesar de que el tema nunca tuvo video”.

 

Recientemente La Vagancia animó la fiesta mundialista de Cosas. Fue una experiencia extraordinaria, tanto para los invitados como para ellos. Fue también la confirmación de que la energía del grupo trasciende generaciones, contagia optimismo, hace gritar y saltar, y marca la diferencia en toda celebración.

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